lunes, 29 de marzo de 2010


EL TABACO SAGRADO”
como ceremonia, es parte del legado tradicional amerindio en el cual honramos la palabra a través de la escucha y de la expresión conciente de nuestros corazones, para acordar a través del compartir, la forma de cómo queremos vivir.

En una hoja de maíz que representa la Madre Tierra, colocamos intenciones con tabaco que luego encendemos en círculo, con un propósito que orienta la palabra de todos y que compartimos entre participantes. Así expresamos nuestro entendimiento con respecto al gran propósito, sumando en él nuestros propios anhelos y que finaliza una vez completado el círculo. De esta forma sabemos que la palabra sana tanto, como nuestra capacidad para escuchar al otro y dejar que la sabiduría de la experiencia de cada quien emerja compartiendo nuestras vidas.

En la sabiduría ancestral americana estaba el conocimiento de la necesidad de nutrirnos con los 4 elementos, reconociendo en los alimentos de Tierra los que fortalecen nuestro cuerpo físico y sistemas; en tomar el Agua nuestra capacidad para fluir con todas nuestras relaciones; en respirar el Aire la energía para positivizar nuestra mente; y recibir en el Fuego la conexión espiritual, que la obtenemos directamente del Sol o a través del rezo con el Tabaco entre muchas otras maneras.

Con esto queremos también reivindicar su propósito original: 
“conectarnos desde el espíritu, desde el fuego del corazón, para mirar desde la mayor perspectiva nuestro camino, relación que el ser humano tergiversó de las culturas antiguas transformándolo en el vicio hoy conocido y que de alguna manera seguimos buscando en forma inconciente. Así estamos ayudando a que mucha gente termine con la adicción al cigarrillo, comprendiendo su verdadera naturaleza a través de la herencia que la sabiduría ancestral de pueblos originarios ha dejado para esta humanidad, a través de nuestra propia conexión con la vida.

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